CASO ROSWELL
2 de julio de 1947
Un granjero encontró en su campo de Nueva México partes de un ovni. La Fuerza Aérea lo reconoció en conferencia de prensa. Luego lo desmintió. En su granja de Roswell, William Mac Brazel iba con su hijo pequeño al encuentro del rebaño de ovejas, pero en el camino encontró, sobre el césped y la tierra, restos de papel de aluminio, unas tiras que parecían de caucho, cartón, algunas piezas amarradas con telas adhesivas con coloridas flores dibujadas y unas varillas delgadas de madera. Tardó unos días en informar el hallazgo a George Wilcox, el sheriff del pueblo quien derivó el asunto a los militares. Jesse Marcel, un militar de un rango medio, fue hasta la propiedad del granjero y recogió lo que había caído para ser estudiado. No estaba solo: lo acompañaban dos agentes del servicio secreto. Pero luego ocurrió lo de la tapa del diario. Un general había reconocido que eran restos de una nave espacial. Al día siguiente el Roswell Daily Record se desmintió a sí mismo: “Ramsey aclara que lo del plato volador no es cierto”. Ramsey era un general a cargo de una base en Texas. Apenas vio lo encontrado lo reconoció como restos de un globo meteorológico. El tema se olvidó rápido. Nadie habló más de él durante mucho tiempo. Comenzaron a aparecer los testimonios. Aún de aquellos que en el momento del hallazgo habían afirmado que nada extraño había pasado. Los extraterrestres se habían accidentado y hasta habían sido capturados un par de alienígenas. Pero el gobierno norteamericano tuvo que crear una gran mascarada para encubrirlo. Y sólo se le ocurrió la débil excusa del globo. 31 años después, el ufólogo Stanton Friedman comenzó a recolectar información, pruebas, testigos. En Roswell había ocurrido un incidente interplanetario que había permanecido alejado de la vista del público. Marcel dio una versión radicalmente diferente a la que había dado en el momento del incidente. Dijo que tanto el general Ramsey como él sabían que no se trataba de un globo metereológico. Y que su silencio de décadas era la única opción posible, que al no poder contar la verdad, sólo le quedaba callar. Era una encendida denuncia contra el gobierno norteamericano por el ocultamiento del fenómeno y de pruebas que en 1947 habían capturado extraterrestres.
PASEO DE LOS MARCIANOS - CAPILLA DEL MONTE - CÓRDOBA - ARGENTINA