EL SER DE SANTA ISABEL CÓRDOBA
Última semana de setiembre de 1972
21/9/72 5.40 a.m. El Sr. Teodoro Merlo descubrió en un vestuario vacío de la planta automotriz de Ika-Renault la presencia de una "persona" corpulenta de gran talla y orejas puntiagudas. Simultáneamente, las luces del local se encendían y apagaban de modo inexplicable. La entidad desapareció de súbito. El ser era alto, estaba sentado en un piletón. La vestimenta era color azul oscuro, tono mate, muy ceñida al cuerpo y ajustada en los puños. Dejaba al descubierto el rostro y las manos con dedos largos y finos. La piel era muy blanca, como de yeso.
27/9/72 10:30 p.m. El joven Enrique Moreno de 19 años, conducía su moto carga dentro de la planta automotriz Santa Isabel, cuando una figura muy alta (como en zancos) y atlética, que se movía como un robot, se le acercó caminando pesadamente, como si fuera a interponerse en su camino. Su vehículo se detuvo frente al ser, aunque el motor no se apagó, sólo bajó mucho de revoluciones. El ser era de porte atlético y talla superior a los dos metros. Rostro anguloso, recortado a planos y de color blanco o verde muy claro. Sin cabellos, con orejas que sobrepasaban el cráneo; ojos brillantes y redondos, como si se tratara de dos bombitas de luz amarilla; no tenía párpados, pestañas ni cejas; boca como una línea recta y fina; pirámide nasal perfecta, sin carnosidades, como si hubiese sido modelada. Daba la impresión de no ser una entidad viviente, sino mecánica. La vestimenta consistía en un buzo enterizo verde-azulado, de apariencia plástica y de aspecto luminiscente. Tenía un cinturón ancho, plateado, con una hebilla grande y ovalada del mismo color. En la cintura derecha existía una pequeña protuberancia, como una cartuchera. Es testigo oyó un fuerte zumbido todo el tiempo, sufrió parálisis de sus miembros, mucho calor y olor a aceite quemado. Su reloj se detuvo exactamente a las 11:13. Sin recordar el recorrido, huyó del lugar a toda velocidad en su moto, llegando a la guardia 11:30. No acierta a explicarse cómo pudo haber estado 17 minutos frente al fenómeno, ya que está completamente seguro de no haber perdido el conocimiento en ningún momento.
28/9/72 3:40 a.m. Luftolde Rodríguez, de 52 años vio desde su camión en la planta automotriz Ika-Renault, un ser de tez muy blanca, calvo y con facciones angulosas y orejas en punta. De andar rígido, caminaba inclinándose hacia un costado toda vez que avanzaba un pie. Llevaba una esfera luminosa en la mano izquierda. Misma descripción del ser. En sendas muñecas se advertían abrazaderas plateadas de unos 10 centímetros de ancho. Las botas eran también plateadas, con una suerte de doblez en la parte superior. La base de los pies era ancha y de tipo rectangular. No flexionaba las rodillas al desplazarse. El motor del camión se apagó, así como las luces. Oyó un fuerte zumbido y el camión vibraba. El testigo quedó paralizado. Hubo varios testigos más durante esa semana, sin conocimiento entre ellos, lo cual dio mayor verosimilitud al hecho.
PASEO DE LOS MARCIANOS - CAPILLA DEL MONTE - CÓRDOBA - ARGENTINA
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